domingo, 30 de junio de 2013

Diario de una transición: Episodio 2

Sueño con la zapatilla perfecta...
Una zapatilla que no comprima el pie, que te de libertad de movimientos, que no te deforme la pisada, ligera, que proteja el pie, rápida, enérgica,...
Sueños...

Está claro que la zapatilla perfecta no puede ser un "tocho-zapatilla" como las que he usado hasta ahora. Tiene que ser una zapatilla minimalista, o algo parecido:D

En mi búsqueda de la zapatilla perfecta he encontrado dos elementos: NewBalance Minimus 110 y Newton Distance. Las dos con conceptos distintos.

NewBalance Minimus, zapatillas minimalistas de trail, sin apenas amortiguación.
Suela para evitar pinchazos con el terreno.

Newton Distance, zapatillas con tacos que aprovechan la ley de acción-reacción.
La idea es igualmente que el pie vaya libre.

La jugada ha sido bastante buena ya que he encontrado las dos en distintas ofertas por internet. Las dos han costado menos que mis anteriores zapatillas Saucony Triumph.
En próximos posts analizaremos los primeros kilómetros con las dos zapatillas.

Las tres nuevas armas: Distance, Pies, Minimus.


Día 3 (29/06/2013): Después de una cómoda salida en bici, salgo a trotar con las Newton. Estaba deseando probar este concepto tan novedoso. Nada más ponerlas, una sensación extraña por el amortiguador delantero. Apenas corrí 15', pero en general una gozada. Da la sensación de que va a ser difícil hacer las tiradas largas con ellas. Estas zapatillas piden caña.

Día 4 (30/06/2013): Tocaba hacer un test de carrera para ver mi estado de forma de cara a los próximos retos: 5 minutos a tope. Los he hecho con zapatillas amortiguadas, no me fiaba de ponerme ninguna de las nuevas. A pesar de ello, mi técnica ya no es lo que era.
Pero he aprovechado para quitarme las zapatillas y correr descalzo durante unos 10'. Una gozada sentir de nuevo el suelo sobre la planta. Una pesadilla volver a sentir el zapato después de ir descalzo.

Conclusiones de hoy:

  • A veces no nos damos cuenta de que el pie tiene las mismas terminaciones nerviosas que la mano. Cuando un dedo siente calor, nuestro sistema nervioso la retira sin tener que pensarlo. Lo mismo ocurre con los pies. Es como magia: sentimos una piedra, nuestro cuerpo reacciona. En vez de quitarlo rápidamente, primero reduce el peso en ese pie y después se aparta del peligro.
  • Todo lo que dicen de que la transición al minimalismo tiene que ser progresiva es cierto. Hoy me he dado cuenta de que sin darnos cuenta podemos forzar los huesos y articulaciones y caer en una lesión. En concreto, me ha parecido que los dedos de los pies (huesos, musculos,...) sufren bastante en este cambio.





jueves, 27 de junio de 2013

Diario de una transición: Episodio 1

No soy un experto de la materia, en nuestro club tenemos unos grandes conocedores de la materia, Jero, David, Josete,...

¿Pero qué transición es la que quiero hacer? No, no es nada político:) Quiero correr minimalista.

Aquí os pondré cómo va mi transición. No quiero que nadie se vea reflejado o poner unos pasos para que cualquiera pase al minimalismo como yo. Seguro que mi transición no es la más ortodoxa.
Pero según el gran pro del minimalismo, Santi Ruiz (http://www.cualquierapuedehacerlo.es/), ahí está la gracia, en que cada uno tiene que seguir su camino siguiendo unas reglas básicas.

¿Por qué?
Este año mejoré bastante corriendo a pesar de usar zapatillas amortiguadas. Y se debió a que cambié mi técnica de carrera: empecé a pisar de antepie. Parece una tontería, pero esto me llevó a multitud de adaptaciones. No tuve lesiones, mi posición era más elevada, mi frecuencia de zancada aumento, mis pies intentaban ir bajo el centro de gravedad de mi cuerpo,... Resultado: mejores tiempos corriendo que nunca.

Ahora quiero ir un paso más allá. Quiero unas zapatillas que me hagan explotar los aspectos anteriores al máximo.
Mejorar mi técnica de carrera->Sentirme más libre corriendo ->Mejorar mi rendimiento deportivo

Por tanto la mejora deportivo será la consecuencia pero el origen de todo es correr más saludable.

El jueves 20, después de unos 40 minutos de rodaje, me quité los zapatos. Corrí unos 400 metros con los calcetines. No sabía en ese momento si era lo mejor pero no me atreía a quedarme completamente descalzo.

Martes 25, después de un rodaje de 40 minutos decido correr completamente descalzo. Tenía bastante respeto, había cristales alrededor, piedrecitas,...
Me quito los calcetines y enseguida empiezo a percibir el hormigón rugoso. El calor del suelo. Los pies expandiéndose. Corrí casi 1km descalzo. Una sensación muy agradable.
Conclusiones que saqué este día:
-Me asombró la movilidad que tiene el tobillo y que desaprovechamos con el calzado tan cerrado.
-La capacidad de amortiguación que en realidad tiene nuestro tren inferior por sí mismo.
-No hay que tener miedo a pincharse el pie. Vamos más atentos al terreno. Las pequeñas chinitas no se notan nada ni es tan peligroso como pensaba (como dice Santi, nos pensamos que el suelo está lleno de jeringuillas:D)
-Estoy bastante adaptado muscularmente, por el cambio que tuve a la hora de correr y el gimnasio.
-Con esta forma minimalista podré realmente correr más rápido.
-Cuando te vuelves a poner las zapatillas, sientes el pie enjaulado, como si el zapato fuera una losa, una prisión. Realmente desagradable.

Seguiremos informando.

miércoles, 26 de junio de 2013

Medusas y Pinchazos by Miguel Bonilla


Eran los principales miedos que como novato que afrontaba en éste primer triatlón.

Realmente, hasta que no te ves comprometido a afrontar este reto, hay preguntas que no te las planteas, pero que surgen como setas en cuanto todo toma cuerpo: la fecha, las características de la prueba, el lugar, tus limitaciones atléticas..todo ello se convierte en una larguísima fuente de dudas y cuestiones que intentas resolver preguntando a los compis, navegando por foros, usando el sentido común.

Llegamos así, mi inseparable Marina y yo, a Almerimar con lógicos nervios ante mi primera prueba triple.

Pensaba para mi mismo que ya tocaba enfrentarse a un triatlón, después de tener la suerte de formar parte de #TheClub. En seguida vi que la mayoría de los compañer@s son gente muy experimentada, con ironmans, incluso varios, a las espaldas, y yo de momento no había pasado de varias carreras a pie, un duatlon sprint hace un año y pare usted de contar. Realmente me había metido en un grupo de nivel, más del que imaginaba.

Desde que decidí dar el paso adelante con éste deporte había planeado hacerlo de menos a más: carreras, duatlones, y poco a poco sprints, olímpicos, y a partir de ahí ya se vería...

Sin embargo, el no disponer aún de bici de carrera (pepino jeje) y no poder comprarla de inmediato, había frenado mi “calendarización”. Así que pronto asumí que este primer año cómo clubber no pasaría de una progresiva adaptación física a los esfuerzos largos...sin ni siquiera plantearme algo más allá de un duatlón, o alguna prueba de ultrarresistencia, como la Subida a Pie al Veleta. Además, si en la carrera a pie medio me defiendo, y en la bici soy neófito, el tema de la natación en aguas abiertas me resulta psicológicamente duro de enfrentar.. no me caracterizo por estar a gusto en el agua...

De todos modos, si algo he aprendido en los últimos años es que la distancia entre lo que deseamos y tenemos, es casi siempre más una barrera mental que física o financiera. Si realmente quieres algo, encontrarás la forma de llegar a ello; por eso, cuando Roberto comentó su interés por hacer el TRAIL de Almerimar hace algo más de un mes, y exploré la prueba triatlética, se me abrió de golpe el cielo: 500 metros de natación, 24 de bici en un perfil sencillo y una carrera a pie bastante dura, pero ya entrenada suficientemente.

Era el triatlón de estreno ideal para mí: una natación que difícilmente podía ser más corta, un segmento de bici asequible y una carrera donde intentar darlo todo. Me tiré a la piscina y me inscribí.

Faltaba algo más de un mes y no había tocado ni el agua ni la bici, tan solo estaba inmerso en la preparación de la subida a la sierra, así que me puse manos a la obra para intentar adaptar mi cuerpo lo mejor posible a la variedad del esfuerzo.

Durante este mes previo intenté, simplemente, aclimatarme al agua: familiarizarme con el medio, nadar de seguido unos cuantos cientos de metros, intentar asimilar un poco la técnica de brazada y respiratoria, y poco más... no había tiempo para nada más.

La bici de montaña estaba arramblada desde el verano pasado en el trastero y mis piernas se habían olvidado de esas propiocepciones, mis músculos se sentían extraños. Solo confiaba un poco en mi carrera, nada más.

Así que me presento en la salida novato absoluto en el agua, cuasinovato en bici, y principiante en el running.

Una vez en Almerimar, nos acercamos Marina y yo la tarde antes a ver la zona de transición y el circuito del agua y vemos, como ya sabíamos, que es en el puerto; agua sucia, barcos de recreo... y más distancia a simple vista de la esperada. ¡No es lo mismo que tu horizonte natatorio se circunscriba a 25 metros que verlos todos seguidos uno detrás de otro!

A pesar de ser una distancia muy corta para los cánones triatleticos, a mi se me hace enorme y todo un reto superarlo rodeado de experimentados nadadores, luchando por hacerse sitio. Además, agua salada, suciedad, previsibles golpes, nadar con el mono (no lo había hecho todavía), ¿MEDUSAS....? no, no se veían.. con lo que me había preocupado yo!

También me preocupaba que la temperatura del agua pudiera afectarme a mi mínimo rendimiento natatorio: era de 18 grados. Mas tarde descubriría que al contrario, ¡me estimulaba y me hacia tirar hacia delante!

Llegamos con nervios y mucho respeto a la salida el domingo 23 con una temperatura ideal. Sabemos que venimos a un triatlón pequeño, y acudimos a la zona de transición a prepararlo todo. Por suerte no me he olvidado nada, y mientras van llegado los participantes...

¡Sorpresa! La competencia será pequeña, pero los participantes no; verdaderos atletas empiezan a rodearnos: finísimos, esculpidos, rebosando fortaleza física, con material de primera y totalmente determinados y seguros de si mismos. ¡¡Cuesta ver a alguien que se le asemeje a uno!! Rápidamente tomo conciencia de que soy carne de cañón, pero al mismo tiempo me tranquiliza. Yo a acabar y ya está..jajaja...agradezco los ánimos que en esos momentos me envían por wassap Juanan y Sonia :)

No pierdo la calma pues sé que es difícil que no termine, a pesar de que estamos hablando de un esfuerzo de tres horas. Se que esto no es mucho, pero hace poco más de un año no era capaz de correr de diez kms seguidos, y ahora asimilo la idea de un esfuerzo largo y sostenido con confianza. ¡Algo es algo! Me doy cuenta de que el mundo del triatlon es insospechadamente duro, no se ve hasta que se está dentro. ¡¡Y eso que estoy solo empezando!!

Poco a poco nos vamos agrupando al pie del muelle y somos unos 120. Alguna gente reconoce mi equipación y me preguntan por Gonzalo y Juanan (un tal Jose Antonio de Trigranada...¿¿¿os suena????). Me desean suerte y me dan consejos de corazón. Una chica, Puri, está aterrorizada ante el agua, y yo que previamente me he metido para coger confianza le doy ánimos...¡yo! Jajajaja...

El agua está fría, pero eso me pone de mala leche..voy a poder con ella. No se ve mas allá de un metro... mejor ,así no veo cosas indeseadas...medusas ni una claro...

Bajamos todos al agua con nervios. Es bonito ver gente experimentada con la emoción a flor de piel. Yo me siento superado por el acontecimiento y simplemente intento dejarme llevar por la ola a la que ya pertenezco... no hay marcha atrás. Me siento orgulloso de estar ahí, de bautizarme como triatleta. Siento los nervios y el temor de Marina, pero me muestro confiado. ¡Voy a poder! quiero medirme a ver hasta donde llego, quiero ser triatleta.

El tiempo se congela. La organización calienta el ambiente, sabemos que va a empezar algo especial. Nos miramos unos a otros y sentimos que la energía se va a desbordar en breves momentos...¡Salimos! Tengo suerte y no me doy con nadie..voy por la izquierda y mantengo el tipo con los demás...pero algo va mal.. no veo nada, y voy más deprisa de la cuenta, empieza a faltarme el aire y trago agua salada... ¡¡tranquilo Miguel!! ¿¿que pasa??..he salido demasiado deprisa por no descolgarme. Me doy cuenta de ello y hago una pequeña pausa a los 150 metros para resituarme y tomar aire. Siento algo de miedo pero intento controlarlo..estoy en medio del agua, ¡¡¡no puedo retirarme a los 150 metros!!!

Cojo aire y empiezo a nadar diferente mirando más hacia delante y más pausado. Aunque no veo casi nada al menos tengo la sensación de entrar en ritmo. Supero a alguna gente que van nadando a braza o de espaldas. Siento que tengo fuerzas pero no es mi medio,no estoy cómodo. Confiaré en ellas.. En los últimos metros antes de los obstáculos me entra cierta paz.. se que llegaré pero estoy un poco decepcionado porque pensé que llegaría con más solvencia....en fin, salgo de los diez últimos del agua mientras oigo como la organización y el publico se desgañitan animando a Puri, que viene la ultima... mientras corro hacia la zona de transición ya se que terminaré mi primer triatlon pase lo que pase!

A la salida del agua está Marina esperándome y dándome ánimos...me dirijo a la transición y me la tomo con calma; no quiero echar de menos nada una vez en la bici.


Salgo y empiezo a disfrutar como un loco por el trazado urbano. Voy deprisa y tengo gente a la vista, pero recuerdo que en mi única experiencia de duatlón llegué vacío a la carrera final. Así que decido ir conservando fuerzas y vigilando posibles pinchazos. Entramos en el parque natural de Punta Entinas , un sitio precioso por donde empezamos a cruzarnos con los últimos participantes de la BTT y los primeros del TRAIL, que han salido media hora antes que nosotros. Es una fiesta deportiva: tres competiciones coincidiendo y muy buena organización. Los parajes son variados y hermosos, sin gran desnivel. El trazado está hecho para disfrutar. Pasamos por una zona arenosa en la que hay que echar pie a tierra. Supero a algunos participantes y encuentro a los primeros retirados: un pinchazo y una caída seria. De vuelta ya hacia la segunda transición, un voluntario me equivoca y me hace perder un minuto por una rotonda equivocada. Llego muy bien de fuerzas a la transición, contento de haber sabido reservarme. Recibo una vez más los ánimos de mi gran apoyo, Marina.

Salgo a correr con ganas de comerme el mundo y me siento fuerte para afrontar la parte más dura del trazado: 14 kms de carrera a pie, de los cuales 7 transcurren por la playa, terreno arenoso e incluso ¡dunas! Chicos, la carrera es preciosa... Veo muy a lo lejos a mis objetivos y pienso que me va a costar Dios y ayuda coger a alguien. Pero la carrera es larga. Me lleva una hora y 24 minutos y poco a poco voy dando caza a participantes. A pesar de ser muy duro esto me llena de moral y llego a meta pletórico anímicamente y vacío físicamente.

Allí están esperándome Marina y mi amigo Pepe Linares. Lo han pasado mal pero les veo orgullosos de mi, lo que me llena muchísimo. Desde ese momento me siento diferente. Me llena haber afrontado una prueba tan completa. Quiero seguir creciendo en este deporte, y dentro de este #Club. Al final...ni MEDUSAS ni PINCHAZOS ;)

martes, 25 de junio de 2013

Empieza el cosquilleo By #9

Nueva entrada en nuestra particular taberna:


"Queda algo mas de dos semanas para el gran reto, ese por el que dejé de fumar y empecé a hacer deporte, más que a hacer deporte a hacer del deporte parte de mi vida..." [Seguir leyendo en La Taberna del Monaguillo...]

jueves, 20 de junio de 2013

martes, 18 de junio de 2013

Crónica Ecotrimad 2013

"El año pasado el Ecotrimad, triatlón de 1,9 kms de natación, 75 kms de bici y 21 kms a pie, en la sierra norte de Madrid, fue una de las carreras en las que más me gustó participar. Una buena organización + Paisajes con pueblos muy bonitos + Dureza en el recorrido, dan como resultado un buen triatlón en el que acabas con una sensación de que algo raro debe pasar para que no vuelvas a participar el año siguiente.
Este año tuve la suerte de compartir la experiencia con Ernesto #33, que demostró una vez más que con poco entrenamiento obtiene grandes resultados.  Fue un gran fin de semana de triatlón, comida casera y visitas panorámicas..." [Seguir leyendo en 226 kms...]
 

domingo, 16 de junio de 2013

Trucos y consejos para tu primer Ironman

Aquí os pongo algunos truquillos que os pueden resultar útiles a la hora de afrontar vuestro primer Ironman:

-Reconoce el circuito ciclista los días previos con el coche. Observa los puntos dificiles, anotate las zonas rápidas. Llevate un recuerdo bonito con los amigos que te acompañan, este recuerdo te alimentara cuando pases de nuevo en competición.

-Visualiza la carrera los días de antes: imaginate a ti mismo desde que se toma la salida, hasta que llegas a meta. Cada cambio, cada transición.

-Lleva material de repuesto por si se estropea algo: unas gafas de recambio, unas gomas para las zapatillas de correr.

-Toalla para la T1: aunque habrá para quitarse la arena, por mi experiencia no es suficiente. Coge tu toalla y quitate toda la arena de los pies, van a ser muchas horas con los calcetines puestos en la bici.

-Dos pares de calcetines: yo usé dos pares de calcetines, unos para la bici y otros para la maratón. Se pierden unos minutos más pero se agradece después de 6 horas y pico de bici el ponerte unos calcetines limpios.

-Prepara un plano en miniatura del recorrido: marca el comienzo y fin de las subidas duras, anota los puntos de avituallamiento y su composición.

-Plan de comidas: en la parte de detrás del plano, escribe lo que vas a comer en cada momento. Cada 15 minutos ve alternando bebida de hidratos con alimento. No improvises nada.

-Dulce y salado: Cuando lleves unas tres horas de bici toma algo salado, como unas galletas saladas, bocadillo. A mi el pastel de Overstim de bacon y legumbres me fue genial. Riquísimo y energético. Para llevarlo y que aguantara más tiempo me envasaron el pastel al vacío en una carniceria.

-Bolsa de avituallamiento especial: calcula aproximandamente lo que tardarás en llegar a dicho punto, lleva en la bici lo que vayas a comer hasta ese momento. Cuando llegues al punto de avituallamiento, para, coge tu comida y adelante.

-Cafeína: si eres como yo, que tomo 3 o 4 cafés al día, en competición vas a echar de menos esa dosis estimulante. La bicicleta es un momento genial para que a media mañana o al medio día tomes algún gel con cafeína. Eso sí, si lo has probado antes!

-No te cebes en la bici, sobre todo en el último tercio. Piensa en relajar los músculos. Cadencia, alegría. Calcula tu ritmo óptimo en bici. No lo sobrepases.

-Drafting: cuidado cuando te pase alguien. No chupes rueda porque la ley de murphy puede aparecer en forma de tarjeta. Piensa que esto es una aventura, tú solo ante los kilómetros. Chupar rueda la desvirtúa.

-En la maratón del Ironman puede venir muy bien tomar alimento solido, como barritas energéticas.

-Hidratación y geles en la maratón: a mi me salvó la vida mi cinturón de hidratación: no dependía de la carrera, era autosuficiente. Para tomar los geles corriendo siempre los tomo disueltos en agua. Para ello llevaba una botellita de agua que llenaba con los vasos de la organización y luego echaba el gel.

-Disfruta, disfruta, disfruta. Aunque el tío del Mazo venga, piensa que has luchado mucho para estar ahí. Aunque tengas que andar en la maratón. Es un privilegio que no todos pueden disfrutar.


Dedicado a Pablo, que dentro de una semana estará disfrutando del mejor de los premios con su medalla de finisher de Niza colgada al cuello y una sonrisa de oreja a oreja.


Crónica Ironman Lanzarote: Bike

Cogemos la bici y los primeros kilómetros no para de llover y de soplar el viento con fuerza. Me conocía la sensación de tener que agarrar bien el manillar para que el viento no te tire, mientras en la cara la lluvia te golpea lateralmente.


Era curioso ver los hombros, brazos y piernas de los atletas llenos de crema mientras nos caía la lluvia.


Los primeros kilómetros transcurren por la parte sur de la isla, llegamos a Yaiza y finalmente a la zona conocida como el golfo.
El viento era bastante continuo pero en algunos tramos se plantaba de frente, y entonces es cuando de verdad tenias que apretar las piernas. Una vez pasado el Golfo, me doy cuenta de que algo no va bien: una de las veces que me pongo de pie sobre la bici y me vuelvo a sentar, noto que la rueda trasera va un poco floja. Decido seguir adelante, no pasa nada, ya habrá tiempo de parar si es un pinchazo.

Así es como lo vi yo (si ampliais la foto, la rueda trasera se ve bastante perjudicada:D)


Así es como fue (gracias señor Lofer!):

Pero así fue, era un pinchazo. Sobre el kilómetro 30 la situación era insostenible, así que tocó parar y ver qué pasaba. Decido inflarla pero no consigo dar la presión suficiente. Después de un rato consigo estabilizarla y para adelante, ya habrá tiempo de pararse a arreglarla.

La lluvia comienza a parar cuando nos vamos acercando al Parque Nacional de Timanfaya. Es un tramos de unos 8 kilometros donde la pendiente no sube del 7% pero sin descansos, una recta hacia arriba en la que se pierde la mirada. El viento es de cara e ir acoplado es una necesidad a pesar de estar subiendo.
Primer momento místico en la bicicleta del Ironman. Verte ahí en esos campos negros de lava sin nada de vegetación y montañas rojas a los lados... Una de esas imágenes que estarán grabadas en la memoria para siempre.


Una vez coronado este inusual puerto, toca bajar con cuidado (el viento sigue siendo de frente). Llegamos a Tinajo y más adelante el pueblo de La Santa. Una pasada ver la gente de la isla volcada con la carrera, cada rotonda llena de gente, cada cruce. Los pueblos se han engalanado de fiesta.

La media no es muy alta, 25 km/h pero quiero ser precavido, nunca me he enfrentado a algo así, no se como puede responder el cuerpo.
Llegamos a la playa de Famara, y aquí el aire es brutal, las olas de la playa de los surfistas lo atestiguan. Desde lo alto el Mirador de Haría nos mira burlón.


Un tramo de unos 15km con viento favorable da un respiro. No paro de mirar la rueda, parece que se mantiene estable aunque la presión no es la mejor. Más de una vez pienso en parar y cambiarla pero me veo bastante enchufado, no quiero parar.

A lo lejos el pueblo de Teguise, antigua capital de Lanzarote, se acerca. La magia, la épica van a comenzar de un momento a otro. El pueblo ya nos recibe con una rampa de un kilometro no demasiado dura, pero el viento hace que parezca la peor de las rampas de Haza-Llanas.


La llegada a Teguise es espectacular. Todo el pueblo animando, niños dando botes, otros cogiendo un bote que le ha dado uno de sus héroes. Pancartas por todos lados, la gente te hace volar aquí. Recuerdo un grupo que me gritó: Qué fuerte vas!
A la salida de Teguise un tramo rapidillo y comienza el puerto del Mirador de Haría. Superamos la primera rampa dura y me permito una broma con mis compañeros competidores: "tanto entrenar para esta mariconada". :D
Llegamos a los famosos molinos de viento y esto es otra historia... Y es que por mucho que hayas leido, cuando en mitad de un Ironman tienes una rampa tan dura, con el viento de cara y con unos gigantes aerogeneradores a escasos 50 metros, en ese momento te sientes vivo de verdad.


Me permito otra broma con mi improvisado amigo: "esta gente no es muy lista, poner sólo molinos aquí, yo llenaba la isla..."
El puerto se hace de rogar con un falso llano en la parte alta, llegamos a la máxima altura de la isla. Llegamos al punto de avituallamiento especial y decido pararme: se que la bajada es peligrosa y no podré vaciar la bolsa que había preparado bien.
En todo momento había seguido el plan de comidas, el mismo plan que me decía que cuando llegaramos a la bolsa especial algo suculento me esperaba: cafe con leche y pastel. O lo que es lo mismo, gel de chocolate con cafeina y pastel de legumbres y bacon. Me supo a gloria.
Esto fue otro detalle divertido: cada vez que cogía mi papel con la comida pensaba: a ver qué tenemos en el menú ahora?!
Ese pequeño papelito plastificado me resultó super útil para orientarme en el recorrido, para no improvisar en la comida y para hacerme más llevaderas las horas.

La bajada del Mirador de Haría es peligrosa, pero la gente baja a tumba abierta. Yo quiero ser más cauto.

Llegada al pueblo de Haría: otro espectáculo, el pueblo volcado, un pueblo precioso, enmarcado en un auténtico valle tropical. Otra imagen que no olvidaré, un niño pequeño con su bote de power bar que algún triatleta le había dado, seguro que no lo soltó en días.

Comienza el famoso Mirador del Río. Creo que no soy capaz de describir lo que se siente cuando pasas por aquí en competición. El puerto es bastante duro y explosivo con rampas del 16%, el viento azota con fuerza. Pero creo que no he subido mejor un puerto en mi vida: esa carretera que sube por el acantilado mientras detrás tienes una vista increible de la isla, la gente a los lados de la carretera animando, delante apareciendo la silueta de la isla Graciosa. Cada metro me hacía ir más rápido.


Fue una sensación que tuve durante toda la bici, pero en esta subida fue aún más fuerte: tristeza porque el sueño se estaba acabando, porque aquello para lo que había entrenado durante meses estaba pasando.
Miras a la izquierda y ahí está el Río con sus aguas color turquesa y la isla Graciosa al otro lado...


Mis compañeros de aventura resoplaban, agachaban la cabeza para evitar el viento. Yo volaba con mi bici, gritaba de alegría, animaba a los que iba adelantando: Vamooossss!!!!


El puerto termina con un gran punto de avituallamiento y a partir de aquí venía en teoría lo fácil.
Y así fue: 60 km con el viento a favor y prácticamente bajando o llaneando.
Dejamos de ser escaladores y volvemos a ser triatletas con nuestro manillar aerodinámico y nuestro postureo. La velocidad media se incrementa rápidamente.
La penúltima anécdota de la jornada:) Primer tramo de la bajada del Mirador del Río, miro el manillar, está girándose hacia la izquierda, cada vez más. Toco uno de los tornillos de la potencia y está suelto!! Pa'bernos matao. Me bajo de la bici y a apretar.

Seguimos bajando.

Sólo recuerdo un tramo duro de unos 20 kilómetros por la zona del Monumento al Campesino. Carretera bacheada, viento lateral y subida controlada.

Los kilómetros pasan y ya uno piensa más en lo que está por venir más que en lo que estás haciendo en ese momento. Llevo unas 6 horas de bici y la zona de Puerto del Carmen se acerca. Concentración, hidratación, comida, estirar bien las piernas, no cebarse con el desarrollo sino mantenerlo fácil y desahogado. Recuerdo que en una pequeña subida me adelantó un torpedo emplatado arrastrando desarrollo, con su cadena cruzada, cuando quedaban unos 20 kilómetros... El señor Jesús Ortigosa me apareció como en una nube: Malo, malo...
El sector de bicicleta lo resumiría como: precavido. Las pulsaciones no pasaron de 145 bpm todo el rato, jamás me cebé, sólo quería guardar y guardar. Me considero ante todo ciclista y sé que podría haber apretado bastante más, pero este era mi primer Ironman y no quería que el tio Paguillas me visitara. Sólo quería disfrutar cada minuto.

Y así es como después de una bajada bastante divertida, con los aguijones de lava haciendo de quitamiedos, llegamos a Puerto del Carmen.
Una recta de 2km donde la gente anima enfervorizada, a la derecha los triatletas ya están corriendo la maratón.
Son las 3 de la tarde, llevo unas 6 horas y 45 minutos con la bici, una media de 27 km/h. Unas 8 de competición.
Salto de la bicicleta en la línea que marcan los jueces, gesto que he hecho muchas veces en mi vida. Toca correr, como he corrido muchas veces después de montar en bici.

Pero esta vez será especial...
                                            hay que correr una maratón.





El descanso del guerrero


By Ernesto #33
Lugar: Pirineos, España.

viernes, 14 de junio de 2013

Josete + Ecotrimad + #theClub


by Diego Santamaría

miércoles, 12 de junio de 2013

WHERE´S THE FLAG

Último destino por el que la bandera de #theClub ha pasado:

08/06/2013 Ecotrimad
Buitrago del Lozoya, Madrid, España

#theClub con la Carrera de la Mujer

#theClub no se quería perder esta cita tan emocionante del calendario granadino.


Una carrera solidaria, donde correr tiene doble beneficio: disfrutar de la carrera y recaudar fondos para el cancer de mama.
Y es que desde el minuto 1 de la carrera sientes que estás formando parte de algo grande, algo realmente especial.

Te aproximas a la salida y grupos de amigas se acercan con nosotros al arco, sonrisas, nervios,... De repente te adelanta una niña, acompañada de su madre y su abuelita. Quizás alguna de ellas ha pasado por el duro golpe del cancer, quizá no. Lo que importa es que están allí para correr, para disfrutar y ayudar a otras mujeres.
Ya estamos en el arco y globos de color rosa inundan la zona de salida. Una chica de la organización te entrega un lazo rosa solidario.
Miras el arco de salida, y en lugar de las típicas caras afiladas y los nervios, divisas un grupo de mujeres maduras con sus risas y sus charlas animadas. Van a hacer los 5km andando, pero no pasa nada, han venido a disfrutar con su gente. Nadie les recrimina nada, nadie les dice por qué se han puesto delante si no van a correr sino andar. Todos estamos aquí para ayudar a otras mujeres que quizá no han podido venir a esta carrera porque ese demonio del cancer no les ha dejado.
Quizá una de estas mujeres, sí, una de ellas que viste un pañuelo en la cabeza, sigue luchando. Pero está ganando la batalla.

Dan la salida, y miles de globos rosas inundan de repente el aire...

 
Carrera suave, adelantamos a chicas que van caminando, otras nos adelantan con un ritmo más alto. Chicas que se cansan y paran a caminar. Lo importante es llegar a la meta.


Los 5km se nos pasaron realmente cortos, la carrera era una fiesta por las calles del Zaidín granadino.

En nada llegamos al estadio de Núñez Blanca, con nuestras campeonas haciendo un papel genial.
Rosalía
 
Marina 
Natalia

En la meta, juegos para los niños, sorteos, música, muchos puestos con sandía, bocadillos, bebida, helados,...


Os animamos a participar en esta genial carrera. No os arrepentireis.
La Carrera de la Mujer de Granada, algo más que una carrera.
¡Una carrera donde las protagonistas son ellas!





lunes, 10 de junio de 2013

THE TEAM


En #theClub no solo el equipo tiene logo, por que cada persona es una gran pieza de este pequeño puzzle, sus integrantes también tienen su logo personal, que incluye su número de equipo así como su nombre o apodo. La historia que acumulará cada atleta hará grande su identificativo, atentos a muchos de ellos por que darán que hablar. Señores, bienvenidos a la Filosofía #theClub, bienvenidos al concepto de Club 2.0, bienvenidos a #theClub.